martes, 11 de septiembre de 2007

Los primeros días en casa

Llegas a casa de un viaje muy especial, y en vez de maletas traes a alguien que te va a acompañar durante mucho tiempo.

Su habitación está ya preparada, recien pintada, todo nuevo y especial, como especial es la personita que viene contigo.

Poco a poco vas fijando los horarios de las tomas, más o menos te habituas a sus horas de sueño, la idea es: procura dormir cuando él duerme, de otra forma no vas a descansar.

Aun así, cuesta, claro que cuesta, despertarse en medio de la noche, medio dormido porque "le toca", y hay que cambiarle, darle el pecho (la madre, se entiende) y otra vez a intentar dormirse y que se duerma, a ser posible en la minicuna que tienes al lado de la cama y no en tus brazos, si no, lo llevas claro...

Duerme un montón el tío, y come otro tanto, de hecho cuando acaba de "desinflar" a la madre hay que darle algún biberón que otro.
Uno de los mejores momentos es el baño, le gusta mucho, pero claro hay que poner la habitación a una temperatura importante para que el enano no pase nada de frío.

Todo es muy duro, pero cuando lo tienes en brazos unos minutos se te olvida todo y te das cuenta que estás delante de lo más importante de tu vida.

Le hacen un montón de regalos, de ropa, juguetes...es el rey de la casa y lo será durante mucho tiempo...

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