Desde su primer año de guardería le llevan todos los viernes a la piscina, y de verdad, es sorprendente como en tan poco tiempo el tío ha aprendido a desenvolverse tan bien en el agua. Al principio lloraba un poco, pero desde los primeros días era muy gracioso ir a verle a la pisci y ver como el tío tragaba agua a montones porque se pasaba los tres cuartos de hora de piscina partiéndose de risa.
Luego está su afición a las motos, desde muy pequeñito le han llamado la atención las motos. Siempre que ve una por la calle la señala y hace el típico ruido: "BRRRRRMMM"!!!, luego en cuanto se ha hecho un poco más grande y puede manejar una de esas "motos destroza piernas", le hemos comprado una... y no se apea el tío. La tenemos en la puerta de casa, y es salir a cualquier sitio y tener que ir en la moto.
Luego además están las carreras que se echa por la urbanización con sus amigos Marcos y Martin... vaya tres, pero eso ya os lo contaré otro día...
